Las modas van y vienen, y desde hace un tiempo hay una que ha regresado y con mucha fuerza. ¿Sabes cuál es? Las dietas detox. ¿Te suena, no? esas dietas milagrosas de desintoxicación que pretenden que adelgaces a base de zumos de frutas y verduras durante un período concreto, en ocasiones extremadamente largos.

Pero, ¿realmente necesitamos hacer esa purificación de nuestro organismo internamente? ¿Acaso funcionan este tipo de dietas?

Si lo piensas fríamente, privar a tu organismo de ciertos nutrientes como proteínas que aportan un valor fundamental al funcionamiento de tu organismo no parece muy bueno, sin embargo nos han vendido que es la opción perfecta tras épocas de ingesta de gran cantidad de alimentos.

¿Qué supone esto para tu organismo?

Partamos de la premisa de que el cuerpo agradece rutinas, hábitos que le hagan adaptarse a un ritmo de vida. Odia los cambios radicales, le pilla de sopetón y en muchas personas puede provocar mareos y falta de energía a lo largo del día. Hay que seguir las señales que nos transmite nuestro cuerpo para saber si lo estamos haciendo bien. Y en este caso nos lo pone bien fácil.

Porque NO debes hacer este tipo de dietas:

1- Esperas algo que no está probado científicamente

Así es, después de unas merecidas vacaciones en verano, o de una ingesta mayor de lo habitual en Navidad, piensas -Bah, no pasa nada, esto lo soluciono con una dieta detox que me devolverá la mejor versión de mi misma. Seamos realistas, no deja de ser un batido de frutas y verduras, no es una pócima mágica. Cuanto más alargues este tipo de dietas mayor será la frustración que genere en ti.

2- Volverás a engordar

Sí, sí, después de privar a tu organismo de comer ciertos nutrientes volverás a engordar.  La desproporción entre grasa y masa muscular altera el metabolismos haciendo que las calorías sean mucho más difíciles de quemar.

Cuando sometes a tu cuerpo a una restricción calórica y nutritiva muy grande durante un periodo de tiempo, puede entrar en modo “reserva”. Esto hace que, todo lo que ingieras a posteriori, lo almacene más rápidamente en vez de usarlo como fuente de energía. Efecto rebote y efecto contrario al que buscamos.

3- Aumenta tus niveles de insulina en la sangre

Desde el primer momento que comiences esta dieta, responderás a la señal de hambre con un batido cuyos azúcares naturalmente presentes están muy disponibles para tu organismo, no tienes que masticar, no tienes que hacer el trabajo de digerir, lo que hará que estos azúcares pasen muy rápido a la sangre, elevando muy rápidamente tu insulina y creando picos que te generarán aún más hambre de la que tenías.

4- Adiós masa muscular

Al igual que sentirás que estás adelgazando, tu organismo se verá obligado a tirar de combustible como los triglicéridos, almacenado como grasa, y de proteínas, que se encuentran almacenadas en los músculos. De esta forma, al igual que adelgazarás, perderás una masa muscular impresionante que será muy difícil volver a conseguir, por lo que ha supuesto a tu organismo estar expuesto a esa dieta.

5- Tu cerebro empieza a fallar

Tras varios días siguiendo esta dieta que para ti era algo así como el milagro, te sientes cansada, casi sin energías. Tu cerebro está enfadado, harto. Debido a la falta de nutrientes básicos, los neurotransmisores empiezan a fallar, y eso tiene un efecto brutal en tu estado anímico. La tristeza toma presencia en tu vida.

Como puedes leer todo son inconvenientes, por no mencionar el más obvio de todos, y es que tus visitas a baño aumentarán más de lo que te gustaría, ya que estos zumos son muy ricos en carbohidratos, unido al exceso de líquidos que entrará en tus intestinos… ¿puedes imaginar el resultado, no?

Lo dicho di sí a una dieta equilibrada y saludable, que esté apoyada por un nutricionista y déjate de milagros sin sentido que solo te harán perder el tiempo y a largo plazo conseguir todo lo que evitabas, ¡perder masa muscular y ganar grasa!