Tanto si estás apuntado a un gimnasio como si quieres formar parte de uno, una buena idea es comenzar con las clases dirigidas. Las clases son una manera divertida de trabajar el cuerpo, además recibirás los consejos continuos de un experto y la energía y vitalidad de una clase dinámica. Te ayudará a aprender nuevos movimientos y ejercicios que nunca habías intentado antes, perfeccionando tu técnica y ampliando el rango de ejercicios.
Practicar ejercicios rodeado de otras personas es también divertido y excitante a la vez que conoces a gente con la que nunca habías estado, ampliando de esta forma tu círculo social y haciendo amigos. Las clases son también una manera divertida para mantenerte motivado en el gym. Entrenar en grupo te dará una mayor motivación a medida que sientes la energía del grupo y de la disciplina. Una vez hayas cogido el ritmo de la clase, progresarás más rápido, haciendo las mismas rutinas que tu monitor te indica para aumentar tu fuerza, rapidez y estado de forma física en cada una de las clases.
También sea dicho, acudir a este tipo de clases por primera vez puede parecer un poco intimidante. Algunas personas se encontrarán un tanto raras y avergonzadas practicando ciertos ejercicios con otras personas mirando en un espacio pequeño, ¡pero no te agobies! aquí te damos algunos consejos para que te puedas relajar y enfrentarte a tu primera clase, te ayudarán a que te sientas cómodo y preparado para dar el 100% y obtener la mejor experiencia en cada una de ellas.
Elige la clase correcta para ti
La mayoría de los gimnasios ofrecen una amplia gama de actividades dirigidas, elegir la que mejor se adapta a ti es el primer paso. Para empezar, necesitas pensar qué quieres obtener de estas clases y cuáles son tus metas. Por ejemplo, si estás buscando una actividad más relajante que mejore tu flexibilidad, entonces el yoga será perfecto para ti. Si lo que buscas es conseguir músculo y mejorar tu fuerza, una clase basada en pesas será la mejor apuesta.
Los gimnasios ofrecen clases enfocadas a distintos tipos de actividades, ritmo y expectativas. Así que tómate tu tiempo para echar un vistazo a todas ellas enfocándote en cómo te ayudarán a conseguir tus objetivos. Habla con algún entrenador del gym, o pregunta en recepción si tienes dudas sobre qué ofrece cada clase y cuál se adaptará más a tus objetivos, estarán encantados de ayudarte, ¡no seas tímido!
¡Todo listo!
Asegúrate de tener todo lo que necesitas preparado para tu primera clase. Usar la ropa adecuada a cada tipo de ejercicio es fundamental. Por ejemplo, para yoga necesitarás ropa cómoda en los ejercicios de estiramientos que deberás realizar, y que te acompañe en cada uno de tus movimientos. La mayoría de las clases no requieren nada extraordinario, pero siempre es bueno verificar.
Es una buena idea llevar una botella de agua y una toalla pequeña contigo si piensas que vas a sudar, ¡lo cual es muy probable! Si te sientes preparado, estarás menos nervioso cuando vayas a clase.
Sé puntual
Intenta llegar al menos 5 minutos antes de que tu clase comience, así podrás coger todo el material que necesites con tranquilidad y entrarás en clase preparado. Algunas clases basadas en peso requieren cierto material y a menudo te tomará un rato recopilarlo y estar preparado. No querrás hacerlo todo corriendo en último momento, así que date tiempo para hacerlo relajado y sin prisas.
También podrás aprovechar esos minutos para presentarte a algunas personas del grupo que conformará tu clase, no te olvides de tu instructor, quien podrá darte algunos consejos, si llegas antes de tiempo.
Habla con el instructor
Una de las cosas más importantes que puedes hacer es acudir a tu instructor y explicarle que eres nuevo y que esta es la primera vez que realizas esa actividad. De esta manera, te prestará especial atención, revisando que realizas las clases correctamente y te sientes cómodo realizando los ejercicios (además de hacerlos correctamente evitando lesiones).También podrás preguntarle dudas, o debatir sobre problemas de salud que te preocupen.
El entrenador podrá hablar contigo sobre la clase y explicarte lo que puedes esperar de ella antes de empezar. La mayoría de los entrenadores preguntarán si hay alguien nuevo antes de empezar la clase, pero si no lo hacen date a conocer.
No tengas miedo de cometer errores
Es fácil sentirse cohibido e incluso algo tímido cuando pruebas algo nuevo, y más delante de un grupo de personas, pero trata de no preocuparte sobre ello. Cometer errores o tener dudas sobre qué hacer es parte del proceso cuando acudes a clases de este tipo. No te estreses, si te pierdes un poco, respira profundamente y trata de dar lo mejor de ti.
Observa al instructor y copia adecuadamente el ejercicio, ayudará a que no pierdas ningún apunte sobre cada uno de los ejercicios y te mantendrá activo y concentrado durante toda la sesión hasta que le pilles el tranquillo. El entrenador seguramente se dé una vuelta por la clase para verificar que todos lo hacéis correctamente.
No te compares con los demás
Uno de los grandes errores que puedes hacer es compararte con el resto de personas que están en tu clase. La finalidad de esta actividad grupal es disfrutar y que todos disfrutéis de la energía del momento, y no competir entre vosotros. Sabemos que querrás mantener el ritmo de los que te rodean, pero lo mejor que puedes hacer es centrarte en ti y en tu cuerpo, en lo que sientes y puedes hacer.
Cada persona tiene unas habilidades específicas y un aguante particular cada día, así que deja la tentación para otros y haz los ejercicios del modo que se adapten a ti. La persona que tienes al lado puede que lleve realizándolos años.
Por supuesto, si no sabes cómo seguir un ejercicio, mira/pregunta a tu monitor, copiar a la persona que tienes al lado puede empeorarlo todo.
¡Diviértete!
Las clases dirigidas están para eso, este tipo de entrenos estimulan que conozcas personas nuevas y puede que hasta hagas algún amigo. Relájate y pasa un buen rato.
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