Es el año de: escuchar tu cuerpo Vivimos en una sociedad donde nuestras listas de tareas pendientes son interminables y se espera que lo hagamos todo: trabajar de nueve a cinco, cuidar a los niños, compromisos sociales, ir al gimnasio, cocinar, limpiar la casa – la lista no acaba nunca. Lamentablemente, estamos en una época donde vivir ajetreados parece ser algo maravilloso, y eso hace que muchas personas se sientan presionadas por hacer todo sin importar lo cansados que estén. A menudo estamos tan atrapados en nuestros compromisos que no prestamos atención a nuestro cuerpo y las señales que nos envía.

Es por eso que este año, tenemos que trabajar en encontrar un equilibrio entre lo que nuestra mente dice que “deberíamos hacer” y escuchar lo que nuestro cuerpo necesita.

Te damos algunos consejos para volver a conectar con las señales naturales de tu cuerpo:

Toma un descanso si te sientes agotado por el ejercicio

Todos hemos tenido esos días en los que nos sentimos realmente fatigados después de una semana agitada, una noche de insomnio o un evento estresante, y lo último que nos apetece es ir al gimnasio. En lugar de forzar un entrenamiento agotador, es mejor tomar un descanso y pasar esa hora extra relajándote o recuperando el sueño.

No te decimos que no hagas ejercicio cuando ‘no te apetezca’; el ejercicio regular es importante y puede aliviar el estrés. Pero en esos días en los que ya has trabajado demasiado y te sientes realmente adolorido o cansado, es importante tomarte un descanso si te lo pide el cuerpo. Aun así, si quieres estar activo, puedes salir a caminar al aire libre o hacer algo de yoga a un ritmo más lento.

Respeta tus lesiones

Una de las peores cosas que puedes hacer cuando estás sufriendo una lesión es ignorarla y seguir al ritmo habitual. Hacer ejercicio con una lesión puede causar daños graves, lo que implica más tiempo de recuperación y potencialmente poner en riesgo tu salud.

Si tienes una lesión grave, asegúrate de visitar a tu médico, quien podrá aconsejarte sobre la mejor manera de proceder. Una vez que regreses al gimnasio, comienza con calma y ves progresando poco a poco. Además, asegúrate de decirle a los instructores o entrenadores que tienes una lesión antes de hacer la clase; ellos podrán modificar cualquier movimiento para que la sesión sea segura para ti.

La importancia del sueño cuando estás muy cansado

Con tantas cosas sucediendo en nuestras vidas, puede ser difícil dormir lo que necesitamos. Si bien el número varía según la persona, los expertos sugieren que los adultos necesitan alrededor de ocho horas de sueño por noche.

Cuando estamos agotados, comprometemos nuestro sistema inmunológico. Dormir lo suficiente es clave para ayudar a nuestro cuerpo a combatir las infecciones y mantenernos sanos. No te sientas culpable por hacer lo que tu cuerpo necesita, descansar es una de las mejores opciones.

Presta atención a las señales de hambre y saciedad

Saber cuándo nuestro cuerpo necesita comida y cuando ya ha tenido suficiente, es clave para nuestra salud física y mental. Si estás reprimiendo tu hambre en lugar de picar algo ligero o comer cuando tu cuerpo te lo pide, le estás privando de la energía que necesita para funcionar. Esto puede provocar bajadas de azúcar en la sangre, el estado de ánimo y consecuencias mucho más graves cuando se lleva al extremo. Al contrario, comer en exceso con regularidad cuando no tienes hambre, ya sea por aburrimiento o por razones emocionales, puede provocar enfermedades y aumento de peso.

Esfuérzate por distinguir cuándo estás realmente hambriento o lleno, o cuándo estás comiendo de más o menos por razones emocionales o ambientales. Comer es intuitivo, por lo que te sorprenderá lo que tu cuerpo te está diciendo realmente cuando comiences a escucharlo.

Siempre que te sientas agobiado o inseguro, un buen punto de partida es parar, respirar profundamente y escuchar lo que tu cuerpo te dice. Sin dudas, es lo que debemos trabajar más en 2021.